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Verdad, Justicia y Reparación

• Un 23 de agosto pero de 1939 mi abuelo fue ejecutado tras una condena a pena de muerte que sin embargo aparece conmutada en el archivo de la Memoria • No hemos podido rendir el justo homenaje a sus restos y su cuerpo aún no está con los suyos.  

El agosto de 1957, hace ya más de 5 décadas, el General golpista Francisco Franco emitió un Decreto Ley para regir las actividades del Valle de los Caídos. En un nuevo mes de agosto, pero del 2018, el gobierno de Pedro Sánchez presenta un Decreto Ley para la exhumación del dictador de ese mausoleo que rinde honores a la dictadura y sus horrores desde hace más de 40 años.

El antiguo decreto, en su artículo primero, afirma que el Valle de los Caídos fue construido con objeto de perpetuar la memoria de los que cayeron en la guerra, y aunque Franco no cayó en aquella contienda, tras su muerte por ancianidad, después de 40 años de dictadura y por voluntad del Rey Juan Carlos, fue enterrado en el Valle.

Y digo yo, a parte de la exhumación ¿para cuándo tienen pensado invalidar por completo el decreto del general golpista? Que siga en vigor es una vergüenza democrática. Pues el decreto dió legalidad y amparo a las condiciones infrahumanas de trabajo a las que fueron sometidos los presos políticos que levantaron dicho mausoleo.

La Ley de la Memoria Histórica 52/ 2007, no está terminando de dar la respuesta adecuada. Esto ya se vislumbraba al analizar su articulado y darnos cuenta que no se reconoce en él ninguna condena a la dictadura franquista, más cuando precisamente se trataba de reconocer la injusticia cometida con las personas que sufrieron aquellas condenas y ejecuciones sumarísimas. Creo que hay que decir con rotundidad, basta ya del silencio que no condena con claridad la  dictadura y ningunea el reconocimiento político y moral a la víctimas de la Guerra
Civil y la posguerra.

La respuesta ha de llegar desde la “Verdad” de lo ocurrido, no solo con la versión de los vencedores. Aplicando la “Justicia”, por lo menos en los casos de los crímenes contra los derechos humanos. Y con la “Reparación” a quien sufrió las injusticias o en su ausencia a sus familiares. El auténtico tránsito de una dictadura a una democracia se da cumpliendo estos tres pasos, Verdad, Justicia y Reparación. Si no damos el respeto merecido a quienes a día de hoy aún están en las cuentas por defender la libertad y luchar contra el fascismo, no podremos consolidar un verdadero Estado democrático.

Un 23 de agosto pero de 1939 mi abuelo fue ejecutado tras una condena a pena de muerte que sin embargo aparece conmutada en el archivo de la Memoria. Como tantos otros que todavía yacen en cunetas o fosas comunes -más de 200.000 personas, víctimas de la represión franquista- sus familiares no hemos podido rendir el justo homenaje a sus restos y su cuerpo aún no está con los suyos.

 

Font: Carmina Reig Bataller, responsable de l’Àrea de Polítiques Públiques i Formació de Podem Alcoi./


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