Mantenimiento: Nuestra deuda social
Article per Antonio Richart
¿Qué es el mantenimiento y qué supone? El mantenimiento se debe, como su nombre indica, a mantener lo que ya existe. De hecho, en una empresa, se considera el mantenimiento programado y en muchas de ellas, incluso, es parte de la producción (hay varias fórmulas, como el mantenimiento preventivo y un largo etc…), es decir, en las máquinas y la infraestructura física de la empresa se programa el cambio de piezas, se reponen por sistema: cables, rodamientos o ejes que se revisan y se mantienen en constante funcionamiento. Antes de que pare la producción se mantienen máquinas e infraestructuras… ¡qué fácil se ve cuando utilizamos nuestra idea privada ante la posible idea pública! ¿Verdad?
En nuestra ciudad, tenemos infraestructuras dignas de elogios, cosas bien construidas que duran al menos más de dos telediarios. Puentes, calles, parques, que duran un poco más de dos lustros por poner una fecha. Y ahora esa pregunta que esperan y saben la contestación: ¿Por qué tenemos la sensación de una ciudad descuidada, llena de baches, de derrumbes, de plantas que se secan o bien la sensación de que está totalmente descuidada?
Se debe a dos razones muy simples. Construimos para que las cosas no duren y no tenemos realmente un mantenimiento programado ante las cosas que sí que lo requieren. No existe un mantenimiento programado por la sencilla prueba-razón de que cuando son elecciones o se nos reclama del mismo se intensifican los “trabajos de mantenimiento”. Se trabaja a salto de mata.
Tampoco se construye para que duren las cosas, hay varios ejemplos que no es necesario mentar. Solo un concejal aprueba los presupuestos anuales (las partidas donde nos gastamos la pasta) con la condición de que las partidas de mantenimiento se aumenten por y al reclamo constante de la ciudadanía… solo uno. Para mí, es triste que solo uno lo haga, o que solo uno lo vea. Aprueba los presupuestos con esta premisa, que en la partida del mantenimiento se vea y se aumente la misma.
Tenemos en nuestra ciudad una plantilla dedicada al mantenimiento y les garantizo que es eficaz y de lo más profesional. Todo mi respeto y alta estima. Limpian y cuidan de lo mejor que he visto, no obstante, no hay orquesta en sus actuaciones y esto no es culpa de ellos. Jardineros, electricistas, barrenderos y varios etcéteras, no tienen un mantenimiento programado o eso se intuye, agravado además por la falta de efectivos.
Si atendemos a las nuevas construcciones… el mal es mayor. Con fondos FEDER, NEXT GENERATION, en el 2018 la calle “Sant Jaume” se hacía amable para pasear y se practicaban más plazas de aparcamiento… vaya, que baje Europa y lo vea. ¿Quieren más tonterías de este tipo? No les voy a decir una más… para no ofenderles ni por asomo enfadarles.
Este tipo de cosas que nos cuestan disgustos y son indisolubles a nuestras lágrimas, no se deben a una única y exclusiva firma política, en los plenos se vota, cosas como el carril bici, la ordenanza de convivencia, la ordenanza de peatonalización, la fanto-casa o casita de pin i pon que nos invitaba a vivir en el centro, bebederos para los pájaros en épocas de calor, jaulas en nuestra ciudad para murciélagos. Se votan y se proponen por varias formaciones políticas.
A veces el cuento, cuando se escucha por parte del lobo, cambia de nuestra perspectiva. Pero tanto el lobo como Caperucita están dentro del cuento. Pero como ya sabemos es el lobo el malo del cuento. El aspecto de nuestra ciudad es determinante para todo, atraer turismo, industria, actividades deportivas, congresos, etc., por lo que debe primar por encima de otros “caprichos” a la hora de invertir.
Resulta que ante lo que vemos en nuestro día a día, la falta de mantener nuestra ciudad, nos pasamos los plenos hablando de Ucrania y su guerra, de poner o no poner pancartas en la fachada del Ayuntamiento o bien, solicitar bebederos, jaulas para para animales que no las necesitan. No nos preocupamos lo más mínimo de construir para que dure, ni de mantener lo que tenemos como infraestructura… estamos cayendo en un grave error, dejar que hagan por no hacer nada. ¿Qué hay de la ciudadanía cuando se queja de que tiene un bache delante de su casa? ¿De que el mismo viva adyacente al romeral y piense como era su parque? ¿Qué hay del vecino que vive en “Casablanca” o “Sant Jaume”? ¿Por qué se hacen nuevas construcciones sin prever su mantenimiento periódico? Las nuevas inversiones deben de ir necesariamente respaldadas con un incremento de las partidas de mantenimiento.
Mantenimiento programado, preventivo y eficaz. Construcciones que duren y sean ejemplo. No se pide más. Gracias por su lectura.
El futuro de Alcoy está en tus manos…
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